Pasaba la bonita mañana del domingo pasado cuando decidí echarle un vistazo a las últimas tres elecciones presidenciales en nuestro país, claro, con café en mano. Resulta que me sorprendieron un par de precisiones, al no tener demasiado raciocinio político durante aquellos ayeres, pues quien escribe tiene veintiséis años de edad. Para refrescar un poco la memoria, se los dejo a continuación:
Elecciones 2018
AMLO: 30,113,483 (54.71%)
Ricardo Anaya: 12,610,120 (22.91%)
José Antonio Meade: 9,289,853 (16.88%)
Jaime Rodríguez Calderón: 2,961,732 (5.38%)
Participación del 63% del padrón electoral 89,250,881
Elecciones 2012
Enrique Peña Nieto: 19,58,592. (39.17%)
Andrés Manuel López Obrador: 15,848,827 (32.41%)
Josefina Vázquez Mota: 12,732,630 (26.03%)
Gabriel Quadri de la Torre: 1,146,085 (2.34%)
Participación del 63.08% del padrón electoral 79,492,286
Elecciones 2006
Felipe Calderon Hinojosa: 15,000,284 (35.89%)
Andrés Manuel López Obrador: 14,756,350 (35.31%)
Roberto Madrazo: 9,301,441 (22.6%)
Patricia Mercado: 1,128,850 (2.70%)
Participación del 58.55% del padrón electoral 71,374,373
Ahora bien, ¿cómo podemos analizar esos datos para que nos sean útiles para el presente (y por supuesto, para el 2024 que esta mas próximo de lo que se cree)?
1era conclusión. Atención a la participación ciudadana: con el 17% de la participación de la lista nominal en la revocación de mandato del 2022 (imagínense, en 2018 la participación fue del 63%), el presidente obtuvo 15 millones de votos para que continuara su mandato. Esa participación es completamente entendible pues no se trataba de una elección federal, simplemente de un ejercicio de democracia participativa en el que no se instalaron la totalidad de las casillas, ni tuvo la difusión de una campaña, ni mucho menos el recorrido nacional. Con 15 millones de votos aun sigue superando los 12 millones de Anaya en el 2018 (aun con cuatro años del desgaste natural que implica ejercer el poder político).
2da conclusión. El presidente López Obrador ha sostenido un crecimiento en las urnas desde su primera incursión en una campaña presidencial (y se mantiene estable en 2022, pues su partido político ha arrasado en las urnas, aun sin el cómo su máximo exponente en las boletas). El ultimo candidato competitivo de la oposición fue Enrique Peña Nieto, mismo que gano en 2012 con casi 20 millones de votos. 10 millones menos que López Obrador en su punto más alto y con el mismo porcentaje de participación ciudadana.
Es necesario entender y comprender, para no verse sorprendidos con futuros resultados electorales, que el fenómeno político y electoral que encabeza el presidente va en crecimiento. Para quien guste de las predicciones electorales, espero sea de utilidad la presente columna. Vienen tiempos interesantes para el análisis político.